jueves, 12 de noviembre de 2015

Amar en tiempos "socialmente" revueltos



Amor, Redes Sociales

Son las doce horas, un minuto y quince segundos. 
Tu correo ha entrado en mi bandeja, 
tu dirección en mi libreta de contactos y 
tu comentario en mi blog. 

En ese instante, 
tu ánimo inundó mi melancolía, 
tu alegría mi facebook y 
tu sonrisa mi mueca eterna de dolor.

A las doce y tres minutos, 
el amor desempolvó con rabia el denso hollín 
que envolvía mi corazón, 
pintándolo de alegres colores.

A las doce y diez, 
la vida entró en mi muerte, 
y pude mirar el futuro con la mirada expectante 
de los que nunca han conocido la desolación.

amor, Redes Sociales


Bueno, evidentemente, no todo es tan rápido ni tan extremo como lo escrito en el inicio de este post. Pero, qué duda cabe, que las Redes sociales han revolucionado la manera que teníamos de relacionarnos y, consecuentemente, también de conocernos, gustarnos y luego, amarnos.

No puedo negar que es un tema que me encanta y que me da mucho juego, pone mi cabeza a mil y hace que mi imaginación se me dispare, como en la historia de "Un yoquesé del #erotismo 2.0" de la que me siento muy orgullosa.
"El caso es que todo evoluciona muy rápido y parece imposible recordar una época en la que no existiesen las RRSS"
Ahora, en vez de tocar una serenata a la chica de tus sueños, le mandas una canción de youtube. Hasta hace nada, irse a "lo oscuro" para darte un beso con tu chico/a era señal de que habías pasado a la siguiente etapa. Ahora, las etapas evolucionan en función de la red social que utilizas, y de cómo las usas. Entrar en el chat privado de alguien es señal de que has dado un nuevo paso en tu relación. Incluso puedes cortar bloqueando a alguien del whatsapp y cambiando tu estado del FB de "tengo una relación" a "soltero"

En definitiva: 

En el artículo "¿Cómo afectan las redes sociales a la relación de pareja?" se nos habla de los beneficios y  también los problemas que, las nuevas tecnologías aportan a las relaciones de pareja, porque de todo hay.  Lo que deberemos conseguir es encontrar un equilibrio entre lo virtual y lo real y establecer unas pautas de comportamiento entre los dos mundos. Os recomiendo su lectura.

Por último, no tengas miedo. Bien gestionado, las redes sociales te ayudarán a relacionarte con el mundo y más allá, aunque sin olvidar salir a la calle, respirar aire y mirar a las personas cara a cara.

¡Hasta pronto!


viernes, 6 de noviembre de 2015

#HoyQuieroCompartir

¿Por qué nos llegan los mensajes libres de apariencias y postureos 
y no nos cuesta nada en absoluto compartirlos?
¿Nos identificamos? ¿Nos emocionamos?
¿Nos gusta la sinceridad, lo real?

Redes Sociales, postureo
Sitio Web: onethousandshoes.es
Es muy fácil aparentar lo que uno no es en la red. Podemos ser quienes queramos ser. Desde nuestra apariencia hasta nuestros contenidos. Desde el color del pelo hasta el calor del alma.

Por eso, cuando un mensaje "parece" sincero, nos lo creemos. Como se dice en "La generación del postureo":
"Nuestras vidas no son sólo lo que mostramos en nuestros perfiles. Hay algo detrás."
Este artículo se adentra en las característica de lo que denomina la generación del postureo. Yo, al margen de cómo sean o de quiénes pertenezcan a esta generación (habla de los nacidos en la década de los 80 hasta mediados de los 90) quiero incidir en cómo la calidad del mensaje influye en la percepción del otro, en su credibilidad, su solidaridad o empatía con lo que está comunicando y, por último, el click que todos deseamos que nos hagan:  el que hace que la información se comparta o no.

Redes sociales, apariencia, postureo
Todos sabemos que hay excelentes contenidos que cuesta una barbaridad que se compartan, para luego evidenciar que algo, imagen o vídeo, muy gracioso, se comparte inmediatamente en todas las redes y foros.

Chris Brogan nos cuenta que compartimos en base a estos 3 pilares y, por este orden:
  • Entretenimiento
  • Emociones 
  • Contenidos valiosos 
Pero todos sabemos que la EMOCIÓN es la clave para encender el pilotito rojo del #HoyQuieroCompartir.

Cuando una experiencia nos emociona, inmediatamente surge el deseo de querer compartirla con los demás, de forma inmediata y rápida.

Ocurre igual con los mensajes. Cuando éste nos produce sentimientos fuertes y profundos como sorpresa, enfado, miedo, asco, tristeza o alegría, la necesidad de compartirlo se convierte en un impulso.
"Y... ¿Qué  mejor forma que en las Redes sociales?"
Se me ocurre un experimento. Yo lo voy a hacer, a ver qué pasa. Comparte algo sin postureo, algo sincero, algo que no compartirías habitualmente en un día normal. Puede ser algo tuyo, del vecino o algo que veas en redes y que te parezca sincero, que te produzca emoción. Que te llegue.

Comprobemos qué pasa, A lo mejor a ti te emocionan los gatitos, o esa frase motivadora que a otra persona le da repelús. A lo peor, como compartió recientemente Victor Martín en redes, tienes un mal día y quieres desahogarte. Ya ves, en poco más de 12  horas ya habíamos compartido su contenido casi 100 personas.


Yo  voy a probar. Y si te animas, con el hashtag #HoyQuieroCompartir, podremos seguir la evolución de lo más compartido. Evidentemente, cuantos más seamos, ¡será más divertido!

Recuerda:  Sin postureo, se comparte mucho mejor.
¡Hasta pronto!